La negativa del Ejecutivo provincial a hablar otra vez de salarios generó ayer más ruido entre los gremios. Las quejas llegaron ahora de los docentes de la Federación de Educadores Bonaerense (FEB), uno de los principales socios del Frente Gremial Docente.
“Vamos a reabrir las paritarias porque necesitamos discutir condiciones laborales”, señaló ayer la presidente de la FEB, Mirta Petrocini, quien subrayó que “el momento del planteo de suba de salario lo decidimos los trabajadores”.
A fines de febrero, el gobierno acordó con el sector docente un aumento del 24% al básico que llevó el sueldo inicial a 2.400 pesos, en dos cuotas. Pero, según indican los gremios, la mejora ya fue erosionada por el incremento del costo de vida. Sin embargo, el miércoles, el ministro de Trabajo, Oscar Cuartango, dijo que “no están dadas las condiciones para reabrir” la discusión y otorgar un segundo aumento.
“Las paritarias son una herramienta de los trabajadores y vamos a plantear la demanda cuando el momento sea el nuestro. Es una herramienta democrática donde nosotros planteamos las necesidades”, señaló ayer Petrocini.
La dirigente docente también insistió con dos demandas del sector: la elevación del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias y la eliminación de los topes en las asignaciones familiares. Tras el incremento de marzo, muchos docentes dejaron de cobrar la asignación familiar por superar el tope salarial establecido y muchos otros comenzaron a sufrir descuentos por el gravamen nacional.
Ambos pedidos son recogidos también por los estatales de la ley 10.430, que ayer mostraron su malestar por la posición de Cuartango. “No abrir la paritaria es mucho más grave que decir que no hay aumento”, sostuvo Carlos Leavi, prosecretario gremial de ATE Provincia, quien indicó que en la paritaria “no se habla sólo del salario”, refiriéndose a otros reclamos laborales que necesitan tratamiento. El gremialista anticipó que el plan de acción del gremio, que comenzó en junio, continuará luego del receso escolar.
“Vamos a reabrir las paritarias porque necesitamos discutir condiciones laborales”, señaló ayer la presidente de la FEB, Mirta Petrocini, quien subrayó que “el momento del planteo de suba de salario lo decidimos los trabajadores”.
A fines de febrero, el gobierno acordó con el sector docente un aumento del 24% al básico que llevó el sueldo inicial a 2.400 pesos, en dos cuotas. Pero, según indican los gremios, la mejora ya fue erosionada por el incremento del costo de vida. Sin embargo, el miércoles, el ministro de Trabajo, Oscar Cuartango, dijo que “no están dadas las condiciones para reabrir” la discusión y otorgar un segundo aumento.
“Las paritarias son una herramienta de los trabajadores y vamos a plantear la demanda cuando el momento sea el nuestro. Es una herramienta democrática donde nosotros planteamos las necesidades”, señaló ayer Petrocini.
La dirigente docente también insistió con dos demandas del sector: la elevación del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias y la eliminación de los topes en las asignaciones familiares. Tras el incremento de marzo, muchos docentes dejaron de cobrar la asignación familiar por superar el tope salarial establecido y muchos otros comenzaron a sufrir descuentos por el gravamen nacional.
Ambos pedidos son recogidos también por los estatales de la ley 10.430, que ayer mostraron su malestar por la posición de Cuartango. “No abrir la paritaria es mucho más grave que decir que no hay aumento”, sostuvo Carlos Leavi, prosecretario gremial de ATE Provincia, quien indicó que en la paritaria “no se habla sólo del salario”, refiriéndose a otros reclamos laborales que necesitan tratamiento. El gremialista anticipó que el plan de acción del gremio, que comenzó en junio, continuará luego del receso escolar.
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