LA PLATA.- El gobernador de la provincia de Buenos
Aires, Daniel Scioli, podría enfrentar nuevos paros de docentes y otros
empleados públicos si la crisis financiera bonaerense obligara a
desdoblar o diferir el pago de los sueldos y aguinaldos. Las medidas de
fuerza podrían producirse si no se concretara un esperado auxilio
económico del gobierno nacional, que, a días de la fecha de pago de
remuneraciones, aún no se ha registrado.
Así lo anunció Mirta Petrocini, titular de la
Federación de Educadores Bonaerenses (FEB). "Estamos movilizados y hay
una gran preocupación entre los docentes. Si se llegara a dar un pago
desdoblado o con pseudomonedas, indudablemente habrá medidas de
fuerza", explicó la gremialista.
También el secretario general de la Asociación
Trabajadores del Estado (ATE) en la provincia, Oscar de Isasi, dijo a LA
NACION que se podría intensificar en la provincia el plan de acción que
ya está en marcha a nivel nacional y que se traducirá en una huelga el
próximo miércoles 27. ATE representa, entre otros, al sector de los
trabajadores municipales, que en varios distritos percibirán los sueldos
en forma desdoblada.
"Desde el año pasado venimos denunciando que el
presupuesto de este año es un típico presupuesto de ajuste, con más
pagos de deuda pública y menos fondos para políticas sociales. El
conflicto lo garantiza el gobierno provincial; nosotros sólo ponemos la
fecha y las formas", dijo Isasi.
Para el diputado Walter Martello (Coalición Cívica),
integrante de la Comisión de Presupuesto, "no va a haber otra
alternativa" para el gobierno bonaerense que pagar en forma desdoblada
los salarios de los empleados públicos, que en esta oportunidad
requerirán más de 6000 millones de pesos, porque incluyen el medio
aguinaldo.
"Incluso, aunque LA NACION entregue la ayuda
prometida, el problema son los meses siguientes", dijo Martello. En
efecto, la última reforma fiscal aprobada por la Legislatura, que
aumentó el impuesto inmobiliario rural y el gravamen sobre los
ingresos brutos (y acarreó protestas por parte del sector
agropecuario), llevaría a las arcas provinciales unos $ 1600 millones
adicionales este año: menos de la mitad de lo requerido para pagar los
sueldos de un solo mes.
"Ya veníamos diciendo que esta reforma fiscal no iba a
resolver los problemas de la provincia", dijo el también diputado y
ruralista Jorge Solmi, del bloque Proyecto Bonaerense. El legislador
atribuyó al gobierno nacional la mayor responsabilidad en la crisis
financiera y lo exhortó a aflojar la presión sobre la provincia. "Hay
fondos que deberían llegar y no llegan. Hay mucho para reclamar sin
necesidad de tocar la ley de coparticipación, que es lo que haría falta
en última instancia", explicó el legislador.
En su edición de ayer, LA NACION informó que el
gobernador Scioli dispone de sólo cinco días para evitar la crisis
financiera provincial. Necesita $ 2800 millones para hacer frente al
pago de sueldos y aguinaldos, una suma con la que no contaría sin el
auxilio del gobierno nacional. La crisis coincide con ciertos gestos de
independencia del mandatario, que se reunió con el ex ministro de
Economía Roberto Lavagna y el gremialista Hugo Moyano.
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